Palabras excesivas

Dónde quedó
el mármol de los altares
la fiebre infantil
los juegos desvelados
los miedos precipitados
Dónde quedó
el invierno de piedra
la luz ebria durmiendo
detrás del horizonte
la lluvia constante
equivocando las huellas
el viento que se inventa
y se repliega
que desnuda los árboles helados
Ahora todo sabe a mentira
De este lado
el cielo se incendia
como todos los días
con un sol innumerable
que se expande
perseverante
sin motivo aparente
Tantas formas de morir